Hijo de putin

En el colegio, cuando éramos críos, hacíamos chistes con las palabras mal sonantes y los dobles sentidos que éstas presentaban. Aquí, la lumbrera periodística de El Mundo nos hace una analogía entre «hijos de Putin» e «hijos de puta». Y lo digo así porque este es mi blog y nadie me va a censurar. El «periodista» se llama Rodrigo Terrasa, y su artículo queda para la historia de la estupidez periodística española, xenófoba e infantil. Además, en su desconocimiento sobre Rusia llama «Vlad» a Vladimir, cuando Vlad es el diminutivo en ruso de Vladislav. El diminutivo de Vladimir es Volodia. Ahí va la perla en su versión original aquí, con la manida foto de Putin que tanto les pone.

El manual que te enseña a ser un auténtico hijo de Putin

RODRIGO TERRASA . Madrid 27 de MAR de 2019 2:07

Llegan a España dos libros que utilizan la imagen del líder ruso para dar claves sobre negociación e incluso consejos de autoayuda en clave de humor. Ante la duda: «Sé más Vlad«

Pongamos que quiere usted arreglar una discusión con su pareja, que su casero le ha comunicado que los 900 euros que paga de alquiler por un piso de 40 metros cuadrados serán 1.200 a partir del mes que viene o que ha decidido que ya es hora de pedir un aumento de sueldo a su jefe para poder pagar el dichoso piso. Bienvenido al fascinante universo de la negociación. Puede usted creer a Paulo Coelho y conformarse con medir su riqueza por aquellas cosas que no se pagan con dinero, puede escuchar a Josef Ajram y preguntarse where is the limit o puede dejarse de charlatanes, hacer caso al Kremlin y sacar el hijo de Putin que lleva dentro.

La editorial Temas de Hoy acaba de publicar en España Manual de negociación del Kremlin, un título que no engaña a nadie. Es un manual, enseña a negociar y es del Kremlin. Su autor es Igor Ryzov, un diplomático ruso, instructor empresarial y profesor de tecnologías de negocio que decidió hace cuatro años reunir las mejores lecciones para aplastar al adversario según la filosofía de Vladimir Putin y sus secuaces. «Un arsenal particular de técnicas de combate», escribe Ryzov. «Cuando empiezas una negociación, estás entrando, en esencia, en un combate. Y hay que saber muy bien cómo actuar de acuerdo a lo que no enseña la teoría, pero también hay que saber enfrentarse a los luchadores callejeros que sólo conocen la práctica».

A lo largo de casi 400 páginas, esta guía, premiada como el mejor libro de negocios del año en Rusia en el año 2016 por PriceWaterhouseCoopers, plantea advertencias, reglas de la negociación, estratagemas, ejemplos históricos y hasta una lista de deberes para el lector como si fuera uno de aquellos manuales de Vacaciones Santillana. Si lo que busca es cómo envenenar a su jefe o a su casero, olvídelo, Rusia debe tener para ello otros libros mejores que éste. «Mejor diez años de negociaciones que un solo día de guerra», decía el canciller Andréi Gromyko, el más célebre de los diplomáticos soviéticos, conocido en Occidente como Míster Niet, el Señor NO, y uno de los grandes profetas del método.

Un buen negociador, advierte Igor Ryzov, debe saber defender sus intereses, debe dominar sus emociones y debe dominar las emociones del oponente. Según el manual del Kremlin el primer postulado es «callar y escuchar atentamente al oponente». Sea usted un «paranoico» y piense y medite cada palabra que dice porque si habla por los codos, acabará diciendo lo que no deba. Segundo postulado: haga preguntas para tomar siempre la iniciativa de la negociación. Tercero: establezca una escala de valores y deprecie a su oponente cuanto pueda. Ya sabe: «Hay 20 como usted ahí fuera dispuestos a aceptar este puesto». Cuarto: ponga una alfombra roja. Es decir, primero machaque psicológicamente a su rival y luego ayúdele a encontrar una salida por la alfombra que usted haya extendido. «Muestra al enemigo un camino hacia la vida». Y quinto postulado del manual del Kremlin: deje al oponente en una zona de incertidumbre. Recuerde cómo zanjaba su padre, el peor de los oligarcas posibles, cualquier negociación en casa: «Mira, hijo, tú sabrás lo que quieres hacer…».

No destriparemos el libro, pero sin viajar a Moscú puede aprender a ser un león, a negociar como «un tanque», a usar su mirada, a decir que no como el mismísimo ‘Míster Niet’, a utilizar el (presunto) humor soviético o a aplicar la técnica Marco Aurelio: «Haz lo que debas hacer y que sea lo que sea». En definitiva, aprender a negociar como un ruso y no como los «puritanos de occidente».

Y si el Manual de Ryzov le parece demasiado duro, la editorial Debate tiene una alternativa. Técnicas de coaching de Vladimir Putin o cómo despertar al autócrata que llevas dentro. Un libro del publicista inglés Rob Sears que repasa la biografía del presidente ruso para extraer de ella un catálogo de consejos de autoayuda. Un ejemplo: «Si deseas ganarte la confianza de tus compañeros de trabajo, valdría la pena cultivar un físico arrollador como el de Vlad. De esa manera, tus colegas sabrán que, incluso en el caso de que se declarase una segunda Guerra fría y el subsiguiente apocalipsis, posees la fuerza bruta para defenderlos de pandillas de maleantes, reunir combustible y arrastrar cuerpos infectados para su incineración, y aún te sobraría energía para prepararte para la gran conferencia de ventas del segundo trimestre».

En definitiva, que tu pareja no te soporta, tu casero te quiere desahuciar o tu jefe es un miserable. No te agobies… Sé más Vlad.