erika reija corresponsal moscú

Está claro que en los medios de comunicación se siguen consignas para tocar unos determinados temas. Sobre todo en los medios estatales como la Radio Televisión Española, organismo al servicio de los intereses de la Moncloa, que es donde vive el presidente del gobierno de España. No puede entenderse de otra manera pues es manifiesto que hacen «campañas» de adoctrinamiento de la población. Una especie de nuevo Catecismo de aquello que según ellos la población en general (la no especialmente informada) debe saber y opinar. La estrategia no es nueva. Ya la aplicaron los Estados Unidos antes de lanzarse a la guerra contra España para arrebatar Cuba y Filipinas, también contra Gadafi, contra Sadam Hussein o contra el que haga falta. Se trataría de crear en la opinión pública una especie de pensamiento único o mayoritario contra un grupo, país, nación o etnia, para luego justificar acciones hostiles o vaya usted a saber qué.

Cada vez que veo el Telediario, que es el informativo de esta cadena del Gobierno español, encuentro ejemplos. Hace unos años, en la época de Zapatero sacaban todos los días cosas de la guerra civil española. Desde hace unos cuantos años los casos de violencia contra las mujeres tienen lugar obligatorio. Si no hay ningún caso, nos recuerdan casos anteriores o lo que haga falta. Independientemente de los contenidos, lo que me preocupa es el adoctrinamiento. Porque nos tratan como estúpidos infantiles inmaduros a los que conviene modelar. Y eso es lo que piensan verdaderamente de nosotros. Nos quieren educar a toda costa, para que pensemos como les convenga.

Ayer 06 de Octubre del 2021 sacaron una noticia de Rusia sobre los abusos o torturas en las cárceles. Hoy, un día después nos han hablado sobre el asesinato de una periodista de Novaya Gazeta hace muchos años. Y han dicho algo tan repugnante como que el asesinato de esa mujer fue en el día del aniversario de Putin y han sugerido que fue un regalo de cumpleaños. Aunque ya fueron condenados el autor material y los organizadores, Erika Reija ha dicho que aún no se ha encausado al autor intelectual (quizá ella sabe si hay alguno y quién es).

Eso de que maten a un periodista está muy mal, igual de mal que la muerte de una persona de cualquier otra profesión, o en cualquier lugar del mundo. Y es que en el «Paraíso Terrenal» o Estados Unidos de América, también matan periodistas, ¡vaya por Dios! Y en los países amigos de esos Estados Unidos matan muchos más. De los que matan en Estados Unidos no dicen casi nada. Por otro lado, soldados americanos mataron al periodista español José Couso aunque nunca fueron juzgados porque nuestros amigos americanos negaron la jurisdicción de los tribunales españoles en el caso. Fue en la Guerra de Irak, aquella en la que los amigos americanos invadieron un país soberano (what is this?) para acabar con unas armas de destrucción masiva que se demostraron inexistentes cientos de miles de muertos después. Pero ellos, los periodistas americanos y toda la pléyade borreguil que los sigue hicieron bien su trabajo, y la población general aceptó sin rechistar la operación y masacre del pueblo irakí, que para eso eran «moros» de los malos. Los árabes buenos, esos de Arabia Saudí son amigos y buena gente y si matan a un periodista los hacen en sede diplomática y luego el presidente Trump los perdona y todos tan amigos, que aquí no ha pasado nada.

No sabemos qué urdirá la estatal Televisión Española. Quizá quieran profundizar la antipatía hacia Rusia del pueblo español con alguna finalidad espúrea, quien sabe. Ya veremos cuando empiezan oficialmente a echarle la culpa al gas ruso del incremento de los precios de la electricidad. Ya se están oyendo moscardoneos al respecto. Aunque Gazprom cumpla escrupulosamente los contratos, siempre habrá un malvado a quien echar la culpa de la propia inutilidad. Para nuestro consuelo, podremos enviar a Borrell, con la diplomacia que le caracteriza, a arreglar el tema del suministro del gas a la Unión Europea.

De momento la campaña rusófoba de TVE está a plena máquina. Cada día una noticia sobre las maldades del país eslavo. Es obvio que está premeditado y sigue una línea editorial, pues ninguna cadena de las políticamente libres dedica ni un minuto a los asuntos. El objetivo final, el tiempo lo dirá.