crisis Ucrania

Lo peor en la vida, cuando se trata de hacerse una idea del mundo, es mirar sólo a través de un pequeño ventanuco. Los presos en sus celdas no tienen otra opción, pero nosotros sí que podemos escapar a esa tiranía gracias a internet. Ya decían los sofistas, cientos de años antes de Cristo, que la opinión depende de la observación. Ellos ponían como ejemplo una torre de planta rectangular, y en lo alto una ventana en cada punto cardinal. Un observador sube a la torre, mira por una de esas ventanas y ve el mar. Cuando baja y le preguntan cómo es el mundo contesta que el mundo es mar. Otro sube a esa misma torre y mira ese mismo mundo, pero por otra ventana. Y ve montañas. Cuando baja y le preguntan cómo es el mundo, contesta que el mundo es montaña. Ninguno dice mentira sobre lo que ha visto, pero ninguno conoce la verdad del mundo.

En los artículos de los medios españoles sobre esta cosa que ahora llaman «la crisis de Ucrania» nos están enseñando solo la visión desde un ventanuco de esa torre. Está claro que somos de la Unión Europea, de la OTAN, y que nuestro punto de vista puede estar sesgado, pero los niveles de desinformación o directamente manipulación a los que nos someten nuestros medios son repugnantes. Y son repugnantes sobre todo, porque mientras defienden que, al contrario que Rusia, aquí somos democráticos y libres de publicar, lo cierto es que se da incluso más manipulación que en los medios rusos. No existe en España ningún medio de comunicación que intente explicar a sus lectores la opinión e inquietudes de la Federación de Rusia en todo este asunto. Nadie se pregunta el porqué de todo esto. De hecho, toda esta «acumulación de tropas en la frontera» ya ocurrió el año pasado y pasó desapercibida para la inmensa mayoría de la población.

Aquí tenemos un artículo de un medio llamado El Independiente y que no hace ningún honor a su nombre. ¿Independiente de qué? Desde luego no de los prejuicios y la rusofobia que traspasa todo el artículo, en su forma, en su contenido y en el fondo. Vamos a ver y comentar algunos extremos, pero pueden ver ya directamente, que en los medios de comunicación españoles muy pocas veces se citan las declaraciones de los líderes rusos. Siempre se habla en tercera persona de los rusos y es como si no tuvieran voz. Se dice que «Putin piensa», «los rusos van a invadir tal día», etc. Como si no fueran seres humanos con inquietudes y sus razones pera hacer las cosas. Por otra parte, habría que poner las situaciones en un espejo, para ver si la historia nos enseña que las acciones de los EEUU o de otras potencias occidentales no han sido parecidas o incluso peores a las acciones rusas o de la Unión Soviética (que ya sabemos que es antigua porque ya no existe, no hace falta decir cada vez «la antigua Unión Sovietica», como si hubiera una nueva).

El artículo lleva por titular La guerra de Putin y lo firma Ana Alonso. Pueden verlo en su lugar original aquí.

LA GUERRA DE PUTIN YA ESTÁ EN MARCHA.

Ana Alonso

En 1946 George Kennan, diplomático estadounidense con gran conocimiento de la Unión Soviética, escribió lo que primero llamó Long Telegram, base de un artículo anónimo que publicó en Foreign Affairs. Kennan ya daba cuenta de cómo el Kremlin combatiría a Occidente con todos los medios a su alcance. «El liderazgo se siente libre de recurrir a cualquier planteamiento por razones tácticas siempre que lo considere útil a su causa», escribía Kennan, que explicaba cómo Moscú creía que vencería a Occidente porque sería presa de sus propias contradicciones. Fomentar la división sería clave.

Setenta y cinco años después Kennan nos da pistas para entender cómo la guerra de Putin contra las potencias occidentales ya está en marcha. Es una guerra híbrida que combina elementos como la desinformación, la ciberguerra, la desestabilización económica, con la presión militar y los ataques convencionales. Ucrania lleva años siendo su laboratorio de pruebas.

Será que los EEUU no han intentado jamás combatir y desestabilizar la Unión Soviética o los países de su órbita o aquellos que intentaban ingresar en ese ámbito. Recuerden las atrocidades cometidas en Sudamérica por los dictadores instruidos en la Escuela de las Américas del Southern Command del ejército estadounidense, recuerden las consecuencias de las enseñanzas en pro de la democracia: contraguerrillas, lanzamiento de cuerpos al mar, miles de torturados, guerras interminables. Por no hablar del apoyo a Bin Laden contra la Unión Soviética cuando Afganistán intentó ingresar en la órbita soviética. O la pobreza sufrida por varias generaciones de cubanos debida al infame bloqueo estadounidense. Unos democráticos angelitos.

De hecho, el propio Putin ya lo anunció hace 15 años cuando asistió a la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se celebra este año sin la presencia de ningún representante ruso. En febrero de 2007, Putin, que habló durante media hora en el Bayerischer Hof, acusó a Estados Unidos de crear «un mundo donde solo hay una potencia soberana, algo que es pernicioso». Su tono hostil llevó al entonces secretario de Defensa, Robert Gates, a bromear con el hecho de que con una guerra fría habían tenido ya suficiente. Pero Putin no estaba de acuerdo.

Ya se ha visto cómo ha funcionado ese mundo unipolar de dos décadas: desaparición de Libia, invasión de Iraq con «razones» sobre la base de una mentira… ¿que relación tendrá eso con los petrodólares? Ah!, perdón era por la democracia.

A Putin pocos líderes europeos le entienden y él juega con esa baza. En una entrevista en el Financial Times, Kaja Kallas, lo deja claro: «Hay cierta ingenuidad hacia Rusia. Traté de explicárselo al presidente Macron: ves esto a través del prisma de un país democrático. Si crees que a Rusia le importa que esto salga muy caro, te equivocas porque a Putin no le importa. No depende unas elecciones». Kallas mantiene que habría que ejercer una «paciencia estratégica» con Putin.

Eso de que Putin no depende de unas elecciones, a base de repetirlo se está dando por sentado. Pero, ¿cómo que Putin no depende de unas elecciones? ¿cómo es eso de que Rusia es una dictadura?

En la Conferencia de Seguridad de Múnich de este año Rusia focaliza la atención y está presente en todos los debates porque mientras los principales dirigentes mundiales, entre ellos el jefe de la diplomacia de EEUU, Antony Blinken, la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, o la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, que ha aludido a que el Nord Stream 2 está sobre la mesa en caso de invasión, hablan sobre los desafíos a la seguridad global, Putin actúa. Y lo hace en Ucrania, su objetivo en este pulso a EEUU y la OTAN.

Esta semana ha dado pasos muy preocupantes que permiten vaticinar que en las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk se prepara una ofensiva que combina acción militar, desinformación y pasos políticos. Son el talón de Aquiles de Ucrania porque ahí actúa el Kremlin a través de los separatistas prorrusos, de modo que puede perpetrar acciones y esconder la mano.

En primer lugar, la Duma autorizó a Putin el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lugansk con el objetivo de «proteger» a la comunidad rusa. También con este fin los líderes separatistas de Donetsk y Lugansk han ordenado este viernes la evacuación de civiles a Rostov, en Rusia, en previsión de bombardeos ucranianos, que Kiev niega categóricamente. Los mensajes sorprendentemente fueron grabados el miércoles 16. Los desplazados forzosos recibirán unos 100 euros al cambio por orden de Putin. A su vez, las violaciones del alto el fuego en el Donbás se elevaron sustancialmente el jueves y un jardín de infancia fue objetivo de ataques.

Vaya por Dios, un jardín de infancia, los rusos no podían ser menos.

Artículo relacionado: Rusia prepara un Georgia 2.0 con la independencia de Donetsk y Lugansk

Putin se ha referido al «deterioro de la situación» en el este de Ucrania y a la «masiva y sistemática violación de los derechos humanos» contra la minoría rusa. Ha ordenado la movilización de reservistas para realizar maniobras militares. Rusia está armando un casus belli: la explosión en Lugansk de un gasoducto ha sido calificado por medios rusos de acto terrorista. El presidente de la Duma dice que Moscú no quiere ir a la guerra pero que defenderá a los rusos en el Donbás si son atacados. Es la crónica de una guerra anunciada.

«Nadie sabe lo que tiene en la cabeza Putin, pero los bombardeos y las provocaciones transmiten la impresión de que la escalada será gradual y que los rusos irán probando sobre el terreno si pueden avanzar o no», dice Gustav C. Gressel, investigador en el European Council on Foreign Relations (ECFR).

A ello se suma la presión militar. El embajador de EEUU en la OSCE, Michael Carpenter, asegura que son entre 169.000 y 190.000 las tropas rusas que circundan Ucrania. Es decir, no hay repliegue, como mantiene el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Moscú insiste en que sí se está retirando, aunque a la vez Putin asiste este sábado a unas maniobras con misiles nucleares, que no pudieron hacerse en los dos últimos años por la crisis del coronavirus.

Los misiles no son nucleares si no llevan carga nuclear. Rusia no va ha hacer nada parecido a pruebas nucleares. No engañe a la gente..

En una declaración en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho este viernes que está convencido de que Putin ya ha tomado la decisión de atacar Ucrania, incluso de llegar hasta Kiev, pero no quiso cerrar la puerta a la vía diplomática aún. «En caso de que lo hagan, como pretenden ahora buscando excusas y acusando falsamente a Ucrania, se exponen a sanciones que ya tenemos preparadas. Y vamos a ayudar a los ucranianos, no con tropas, pero contarán con nosotros», ha dicho, tras una videoconferencia con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron, el primer ministro italiano, Mario Draghi, el británico, Boris Johnson, el rumano, Klaus Johannis y el presidente polaco, Andrzej Duda, junto al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Ucrania va a quedar destrozada entre todos, porque a occidente nada le importa Ucrania. Sólo es el tablero de ajedrez de una partida contra Rusia. Ucrania importa más a la gente de Rusia que a la de ningún otro país. Cientos de miles de rusos tienen familia en Ucrania, y lo mismo, cientos de miles de ucranianos tienen relaciones estrechas con Rusia. Por el contrario la ministra de exteriores de Reino Unido no tiene muy claro donde se sitúa Ucrania o que regiones la componen.

La tensión es la ‘nueva normalidad’

«En realidad, la guerra comenzó hace ocho años (la fase activa) y tal vez desde 2000-2001 (fase de preparación). Ahora solo vemos una nueva ronda de escalada, pero esta guerra activa y caliente continúa desde 2014 y nunca ha parado. Tenemos diferentes ángulos o aspectos de la misma – ataques cibernéticos, bombardeos de artillería, cuestiones económicas (como Nord Stream-2, los precios del gas natural, las prohibiciones de los productos ucranianos, etc), medios diplomáticos, y lawfare o guerra jurídica. Ahora tenemos uno nuevo: la intimidación mediante la concentración de tropas cerca de las fronteras ucranianas. Es similar al mismo despliegue de hace un año, en la primavera de 2021. La diferencia ahora es que hay más tropas en Bielorrusia», señala Yuri Lapaiev, director de The Ukrainian Week Magazine.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en la cumbre con los ministros de Defensa aliados esta semana, que Rusia ha dejado claro que ahora vivimos «una nueva normalidad». El Kremlin ha dejado claro que su objetivo es una nueva arquitectura de seguridad en Europa, y eso incluye que Ucrania esté bajo control ruso. ¿Cómo conseguirlo? Por todos los medios a su alcance.

A corto plazo podríamos ver una mezcla de actividades: provocaciones en el Donbás ocupado, bombardeo de civiles, actos terroristas, ciberataques, interrupciones en el comercio y ultimátums diplomáticos»yuri lapaiev, direcror de ‘the ukrainian week magazine’

«Coincido con Stoltenberg en que estamos ante una nueva normalidad. Creo que Rusia hará todo lo que quiera y lanzará el mensaje de que puede invadirnos en cuanto quiera. Así puede crear una catástrofe artificial en las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk, culpando a las fuerzas armadas ucranianas. Tal vez a corto plazo podríamos ver una mezcla de actividades: provocaciones en el Donbás ocupado, bombardeo de civiles, actos terroristas en la parte de Ucrania controlada por el gobierno, ciberataques, tal vez algunas interrupciones en el comercio (como petróleo, gas o electricidad) y algunos ultimátums diplomáticos», añade Yuri Lapaiev.

«Todo esto tiene un enorme impacto negativo en nuestra economía. Nosotros no tenemos el paraguas de oro de los recursos energéticos como Rusia. De este modo, además de la ayuda militar, necesitamos algo similar al Plan Marshall (para Alemania después de la Segunda Guerra Mundial) para ayudar a nuestra economía a sobrevivir», señala el director de The Ukrainian Week Magazine.

Te darán dinero para que les sirvas, si les interesa.

Es, como dice la periodista Anna Korbut, «una guerra por estrangulamiento e la que tiene relevancia la presión económica, los ciberataques, y también política. Rusia cierra puertos pero a la vez demanda que se cumplan los Acuerdos de Minsk, según su óptica. Es decir, que los separatistas prorrusos tengan voz en Kiev y así desde allí desestabilizar». Ucrania ha sufrido esta semana un ciberataque a instituciones bancarias pero no es novedad. Ya los padeció a gran escala en 2015 y 2016.

Aquí hay un detalle importante. Si no desean dar voz en las instituciones políticas de Ucrania (como dicen los acuerdos de Minsk) a los separatistas prorrusos, ¿cómo demonios quieren que se solucione el conflicto militar del este de Ucrania?

De todos los medios que utiliza Rusia en esta guerra híbrida destaca su campaña de desinformación. Para Nicolás de Pedro, investigador senior en The Institute for Statescraft, «el objetivo último es doblegar a los ucranianos y Rusia utilizará todos los medios para lograrlo. Si hace falta, también recurrirá a los medios convencionales. Pero la información es muy relevante. Con la falsa retirada trasladan que si hay ataque será para proteger a la población y además apunta a Ucrania como problema. Juegan con la paciencia de los europeos».

Ucrania, laboratorio de la desinformación rusa

En Ucrania lleva años experimentando tácticas que luego ha aplicado en otros conflictos. Yeven Fedchenko, fundador de Stop Fake, ha estudiado a fondo cómo impone Rusia su narrativa, basada en datos falsos convenientemente manipulados en su conveniencia.

«Hemos sido el conejillo de Indias del guion ruso. Nosotros sabemos cómo se organiza el ecosistema informativo y conocemos sus narrativas. También sus implicaciones. La narrativa del genocidio la llevan vendiendo desde noviembre. Así quieren justificar sus acciones en Ucrania. Por eso podemos hacer predicciones militares. Así entendemos cómo se comporta militar y diplomáticamente», afirma Fedchenko en conversación telefónica desde Kiev.

Han convertido la información en un elemento sustancial en la toma de decisiones. Difunden informaciones falsas y crean un realidad paralela y la viralizan a través de su ecosistema informativo»yevhen fedchenko, fundador de stop fake

Según Fedchenko, «han convertido la información en un elemento sustancial en la toma de decisiones. Difunden informaciones falsas como que Ucrania va a recuperar Crimea por la fuerza y eso influye en la toma de decisiones. Crean una realidad paralela y la viralizan a través de su ecosistema informativo del que forman parte medios digitales, redes sociales, sus portavoces oficiales… Si tienen éxito en Ucrania, usan estos métodos en otras partes del mundo».

Así pues, la escalada en esta guerra que practica Putin no es solo consiste en mover carros de combate sino que también se trata de imponer una narrativa. En este caso ahora el mensaje es que las víctima son los rusos en el Donbás, a q quienes hay que proteger. A su vez, el Kremlin intenta atemorizar a los ucranianos. «Lo hace con ciberataques, que también dañan la economía, y mensajes amenazantes, como falsos avisos de bomba. Un día hubo que desalojar todas las escuelas en Kiev. Es una presión constante sobre los ucranianos. Y van cambiando su estrategia según sea la reacción. El objetivo es desestabilizar Ucrania desde fuera y desde dentro. También se promueven manifestaciones de sectores que de repente cobran fuerza», añade Fedchenko.

Este experto en desinformación cree que es un acierto que los aliados hayan anunciado cuándo prevén que habrá invasión. «Aunque se burlen los portavoces del Kremlin, estoy convencido de que eso les hace cambiar los planes. Permite ganar tiempo y el tiempo es relevante en este caso porque da opciones a la diplomacia. Putin tiene prisa. No sabemos por qué: si prevé un colapso económico o hay algún problema que desconocemos», afirma el fundador de Stop Fake. Destaca que está ayudando a evitar una invasión el hecho de que los dirigentes occidentales estén viajando a Kiev. «Es una señal de apoyo y evita el ataque también», dice el investigador.

A su juicio, sería vital que Estados Unidos y la Unión Europea aplicaran sanciones contra Putin y su círculo lo antes posible. «Ucrania está siendo bombardeada ya en la frontera. Las sanciones ayudarían. No hace falta que entren los carros de combate. Hay que atacar las finanzas de Putin y su círculo más cercano. Las sanciones personales les harían mucho daño. Tienen la mayor parte de su dinero en el extranjero».

Los ucranianos se mantienen firmes frente a la presión del Kremlin. Según Fedchenko, «Putin ha perdido porque no entiende Ucrania. Cree que los ucranianos quieren ser liberados pero no es así. Están dispuestos a resistir».

Ninguna opinión de ningún especialista ruso. Ningún análisis del punto de vista ruso. Ninguna mención a las demandas de Rusia de que no se instalen misiles en sus fronteras a cinco minutos de Moscú. ¿Recuerdan ustedes los precedentes de la invasión americana de Irak? Nunca habló ningún representante iraquí. ¿Alguna vez oyeron ustedes las opiniones o demandas de la Libia de Gadafi? ¡Jamás! Porque los «malos» son simplemente «malos», en tercera persona, y no tienen voz en nuestros medios presuntamente abiertos y democráticos. Pero ustedes pueden subir a la azotea de esa torre imaginaria con la que empezábamos esta entrada. Pueden mirar el mundo desde diferentes puntos de vista. Pueden intentar entender al «otro». No permitan que estos manipuladores les «coman la oreja» con sus prejuicios interesados. Estén atentos y no se crean todo lo que les dicen.