El 16 de septiembre de 1941 tras conquistar la ciudad de Nóvgorod, las fuerzas alemanas continúan hacia el norte siguiendo el curso del río Vóljov, asegurando el cerco de Leningrado. Se le encomienda a la División Azul realizar diversos golpes de mano para obtener información y destruir puestos enemigos en la otra orilla del río…
Así comienza Wikipedia a contarnos cómo fue aquel episodio en que el ejército nazi, tras invadir la Unión Soviética (y tristemente apoyados por la División Azul española), se acercaba hasta Leningrado, la actual San Petersburgo para sitiarla. El tristemente famoso sitio de Leningrado se cobró un millón de vidas de los habitantes de la ciudad, muertos en su mayoría de frío, hambre y enfermedades asociadas.
Hace unos seis u ocho años tuve la oportunidad de conocer San Petersburgo. Entonces se conmemoraba el setenta aniversario de la liberación de la ciudad. Nos encontramos allí con una científica jubilada, habitante de Leningrado durante los años del sitio. Mala época para ser una niña en ese lugar. Entre sus recuerdos de aquellos años no podía olvidar el día en que se llevaron a su abuelo muerto de hambre al cementerio en un pequeño trineo. El suelo estaba tan helado que no se pudo realizar el enterramiento. Mientras las bombas nazis caían sin cesar sobre la ciudad de forma sorda, esporádica… casi 900 días duró el asedio a la ciudad y ni los alemanes tenían tanta munición para un bombardeo más «alegre». Fueron 900 días y casi un millón de muertos, en su inmensa mayoría civiles.
Ese nombre se encuentra marcado a fuego en la historia más reciente del pueblo ruso, y que la Guardia Civil llame así a una de sus operaciones es ofensivo y cruel para todos ellos. Decía Tucídices que la historia siempre se repite, y parece ser que en las mentes de algunos, no solo se repite, sino que se retuerce. Mentes en las que existe una peligrosa «asignatura pendiente», una «pequeña revancha», un «esta es la mía», un «ahora vas a ver»… tantísimos años después. No convendría olvidar sin embargo que invadidos por Napoleón en el XIX llegaron finalmente los rusos hasta París. Lo mismo que invadidos por los nazis en el XX terminaron por tomar Berlín.
Pues bien. Las conclusiones de esta operación «Voljov» ha venido a decir que Rusia estaría dispuesta a aportar 10.000 soldados a la independencia de Cataluña, y a pagar su deuda externa.
Esto ha sido repetido en todos los medios españoles, hasta el punto que yo me pregunto si España es a día de hoy un país serio. Yo creo, desgraciadamente, que no.
¿Será posible que a alguien se le ocurra dar verosimilitud a la idea de que Rusia va a enviar a España 10.000 soldados y va a pagar la deuda catalana?
Cataluña tiene una deuda de 79.000 millones de euros y Rusia en total tiene una deuda de doscientos mil millones de euros (muy lejos de la deuda de España que es de un un billón, doscientos mil millones de euros).
Para explicarlo fácil. La deuda de España, es seis veces mayor que la de Rusia. Y en España ni tenemos gas ni petróleo, ni producimos apenas acero, aluminio ni cohetes ni casi de nada.
Entonces, ¿quién se puede creer que los rusos van a pagar esa orgía? ¿Y quién en su sano juicio puede dar verosimilitud a que van a enviar 10.000 soldados a un país de la OTAN? ¿Pero es que son estúpidos?
Pues parece que la Guardia Civil y un juez (instituciones del estado español) están en esa tesitura… Lo dicho, España… ¿quo vadis?
Y aquí tenéis a los voceros de la inquina, repicando. Una pequeña muestra.
https://www.elmundo.es/cataluna/2020/10/28/5f9923fbfdddffb03c8b478c.html
Y la mofa de la embajada de Rusia en Madrid:
Edición en el mes de mayo de 2021. Vean el verdadero final de toda esta historia.
Verdaderamente asqueroso el ejercicio de la profesión periodística de estos elementos.