A continuación se reproduce un artículo de opinión de El Mundo. La opinión es libre, claro, por eso yo también tengo la mía. Y para mí El Mundo es un periódico rusófobo. Sobre el tema del artículo, incluiré el fragmento de la Constitución de la Federación de Rusia que trata sobre la separación de poderes, tema con el que empieza este texto , que sentencia sin más ni más que no existe tal separación en Rusia. Ciertamente la separación de poderes es el aspecto más polémico de las democracias, y si no, vean los problemas que tenemos aquí en España con la designación de magistrados, el gobierno por decretos, etc. Pero ya sabemos aquello de la paja en el ojo ajeno.

Dicen a continuación, sobre Putin y su propuesta de cambio constitucional que «la cacicada mermará el poder de quien le sustituya». Entonces, ahora que se ha aprobado por la Duma Estatal el texto de la reforma constitucional y se ha incluido la posibilidad de la reelección de Putin, si se dieran las circunstancias de que los rusos refrendaran esa reforma y luego lo reeligieran presidente, entonces su poder estaría mermado, y sería un poquito menos cacique. Estaremos atentos a El Mundo a ver qué dicen al respecto. Permítanme que espere sentado.

Otro mantra de los rusófobos es calificar las elecciones rusas como «ficción electoral». Personalmente estuve en el interior de un colegio electoral en las últimas elecciones presidenciales, las de 2018, y no vi gran diferencia respecto a lo que he visto en España. También he visto debates electorales en cadenas rusas, de esos donde los diferentes candidatos discuten sus programas, y no vi gran diferencia respecto a lo que se ve aquí en España. Entonces no entiendo dónde está la ficción.

Quizá toda Rusia es un escenario y todos los rusos y rusas meros actores…

Aquí dejo el artículo en cuestión. El coloreado en rojo es mío.


EL MUNDO

EDITORIALOpinión

Putin maniobra para perpetuarse en el poder

Con una cacicada constitucional, Putin pretende perpetuarse como único hombre fuerte de Rusia sine die.

Rusia es una democracia solo virtual, como la denominan los opositores. La total falta de separación de poderes y el férreo control que el presidente tiene sobre todos los órganos políticos convierten al país en un régimen autoritario, por mucho que se mantenga la ficción electoral. A Putin, tras dos décadas como máximo dirigente -lo fue también cuando entre 2008 y 2012 tuvo que ejercer como primer ministro y colocó a un presidente de paja en el Kremlin-, ya no le importan ni las formas. Y de ahí la cacicada constitucional con la que ahora pretende dejar bien atada su sucesión, en 2024, y perpetuarse como único hombre fuerte de Rusia sine die.

Con modos de autócrata, Putin ha anunciado una profunda reforma constitucional que, por un lado, mermará el poder de quien le sustituya como presidente dentro de cuatro años y, por otro, reforzará al Parlamento y al Consejo de Estado, que seguirán bajo su control. Putin incluso coquetea con la idea de dirigir este último organismo, al que se dotaría de importantes funciones para rivalizar con el mismo Kremlin. La pendiente totalitaria por la que se desliza imparable Moscú es una muy inquietante noticia para toda la comunidad internacional, en la que Rusia desempeña hoy un papel protagonista.


Anexo

Respecto a la separación de poderes, se anexa el artículo 10 de la vigente constitución de Rusia:

Artículo 10
En la Federación Rusa el poder estatal se ejerce con base en la division en: legislativo, ejecutivo, y judicial. Los órganos del poder legislativo, ejecutivo y judicial son independientes.