Están convirtiendo la lucha contra la desinformación rusa en una nueva «caza de brujas» al más puro estilo del Macartismo norteamericano de los cincuenta. Son como purgas estalinistas, afortunadamente con gulags imaginarios. Se señala cualquier cosa con el dedo inquisitorial de la supremacía ética y se coloca bajo el microscopio todo aquello que viene de Rusia. Pero las propias estupideces se dejan pasar inadvertidas, como si eso no fuera con nosotros.
Hace tiempo leí que Erika Reija, corresponsal de TVE en Moscú dijo en Twitter que estaban desinfectando la oficina con vodka. Como no soy microbiólogo, no comente nada, aunque había leído que el alcohol debe tener 70 grados para ser efectivo contra el virus. Todos sabemos que el vodka ruso tiene un estándar de 40 grados.
Ahora leyendo un informe de la Unión Europea sobre la desinformación rusa, veo que ponen como ejemplo de noticia falsa y bulo el tema de la desinfección con vodka, y me he acordado inmediatamente de nuestra corresponsal.
Ciertamente existe en Rusia esa costumbre tradicional de desinfectar con vodka. Quizá venga bien para algunos gérmenes, aunque no sea efectivo contra un coronavirus. Incluso nuestra corresponsal hace mención a esa costumbre.
¿Por qué entonces lo coloca esta institución de la UE como desinformación procedente del Kremlin? Se trata de una constante y absurda caza de brujas y una obsesión permanente que solo puede tener dos explicaciones. Los prejuicios xenófobos hacia Rusia y todo lo que de allí procede puede ser una razón, lo que convertiría a estas personas en desequilibradas. Como cuando el senador McCarthy, que veía comunistas por todas partes, así mismo, estos ven al fantasma de la desinformación rusa pululando por el mundo de aquí para allá. Y lo persiguen con sus herramientas analíticas, sus funcionarios, sus institutos y sus millones. Pero al tirar de la sábana, y descubrir al fantasma se ve que todo es falso, que la desinformación se produce por todas partes, que la ignorancia y la estupidez no conocen fronteras ni creencias, y que todo esto solo es una forma de vida para mucha gente. Esto lleva directamente a la otra causa, la de siempre… el dinero. Los antiguos medios de comunicación ya no dominan la opinión pública. Los gobiernos ya no son capaces de dominar como antes. y ahí les duele.
Pues aquí está Erica Reija, diciendo lo mismo que es considerado por la UE y su East StratCom Team (el Equipo A de la rusofobia) como desinformación del Kremlin.
Ante la falta de alcohol médico en Rusia, con el coronavirus estamos recuperando la vieja tradición de desinfectar con vodka, mucho más asequible. Así limpiamos también ahora nuestra oficina en Moscú.
Twitter Erika Reija