Pilar Bonet, veterana periodista en el área post-soviética nos regala un artículo, aparentemente de investigación sobre la presencia del ejército ruso en el este de Ucrania. Pero ya sabemos que el periodismo de investigación de hoy en día es de tecla y cafetito. Basta con recabar informaciones más o menos sesgadas que coincidan con tu línea editorial para armar un artículo resultón. Y si no se tiene tiempo de cocinarlo, pues se reproduce cualquier cosa de la BBC o de la CNN… en fin, lo de siempre.
Pilar Bonet, para EL PAÍS, en este caso ha reproducido un artículo de un medio ucraniano, censor.net. Se entiende que los ucranianos tengan una visión partidista de la guerra civil que sufren en su territorio. Los ucranianos del oeste tendrán su visión, pero la visión de los ucranianos del este nunca te la contará Pilar Bonet, claro. En definitiva, en ese periódico ucraniano la gente hace comentarios tales como:
Valeriy Valeriy
С садика надо начинать учить детей,встретил русского-убей его!«Desde la guardería hay que enseñar a los niños que si encuentras un ruso, ¡mátalo!»
Censor.net
Por lo que puede verse, es un periódico objetivo y una fuente de información veraz y contrastada de la que bebe Pilar Bonet.
En este medio dicen que tienen la prueba de que Rusia está participando en la guerra civil del este de Ucrania. Unos combatientes tienen armas rusas (aunque también material de Francia, Austria y Reino unido). Pero lo que demuestra que son parte del ejército ruso es que emplean la expresión «hipoteca militar» que es un término propio de Rusia.
Si después de siete años de guerra civil en el este de Ucrania la prueba de que el Ejército Ruso (como tal) está participando allí es esa expresión… está claro que no hay tal participación. Que mercenarios procedentes de Rusia puedan participar en las operaciones, es mucho más plausible, ahora bien, implicar al Estado Ruso necesitaría de pruebas más concluyentes.
Pero los «periodistas de la rusofobia» ofrecen como pruebas de la intervención del Estado Ruso las aportaciones de particulares en redes sociales, así como otras conjeturas que no se sostendrían ante cualquier tribunal que fuera medianamente objetivo. Por otra parte no se dice cómo han conseguido esas imágenes, cosa fundamental para dilucidar si no se trata todo de un teatro. Solo se dice que son «imágenes incautadas en una operación no revelada en la línea del frente en la región de Lugansk».
Reproducimos el artículo de EL PAÍS para que puedan verlo en su medio original, y también tienen enlace al artículo original del diario ucraniano. El traductor de Google, en el botón derecho del ratón (traducción en linea) es mejor que cualquier interpretación de ningún periodista a sueldo.
La larga sombra de Moscú, las grandes dudas de Kiev
Ucrania identifica como ruso a un comando infiltrado en el Este, pero evita una reacción firme ante el Kremlin
2PILAR BONETMoscú – 19 MAY 2020 – 00:30 CEST
Rusia sigue actuando militarmente en territorio de Ucrania en apoyo de los separatistas del Este seis años después de que estos se enfrentaran a la política de Kiev. Esta es la acusación que formulan los responsables de la Operación de las Fuerzas Unificadas de Ucrania (OOC) mediante un vídeo difundido por la Brigada Motorizada número 93 del Ministerio de Defensa ucraniano.
La grabación muestra los desplazamientos de un comando formado por cinco hombres en uniforme de camuflaje, bien pertrechados con armas y equipo, que son en parte de fabricación rusa o usados por parte del Servicio Federal de Seguridad. Según la OOC, el vídeo fue realizado entre el 26 y el 28 de febrero pasado con una cámara ubicada en el casco de uno de los integrantes del comando, cuyos miembros, según se ve, hablan entre sí en ruso y deambulan por un paisaje invernal sin nieve.
El documento, accesible en Facebook desde el 8 de mayo, fue presentado por Yuri Butúsov, el director del servicio informativo Censor.net, en el programa de Savik Shuster una semana después. Su exhibición en una de las tertulias estrella de la televisión ucrania llevó el tema a un nuevo nivel. Según explica Butúsov a este periódico desde Kiev, las imágenes proceden de material incautado en abril en una operación no revelada en la línea de frente en la provincia de Luhansk. Antes de difundirlo, dijo Butúsov, la Brigada Motorizada número 93 identificó el armamento (el último modelo de fusil Kaláshnikov, una pistola austriaca, un fusil británico de gran precisión y unos sofisticados prismáticos de visión nocturna de fabricación francesa, entre otros artilugios).
El 27 de febrero, en la zona donde actuaban los saboteadores, pereció el sargento ucranio Volodímir Fedchenko, a resultas del disparo de un francotirador. La brigada acusa al comando de infiltrados de ser los responsables de su muerte. Desde 2014, cualquiera que sea la evidencia, Rusia niega de forma sistemática su presencia militar en el Este de Ucrania.
La “hipoteca militar”
En los parcos diálogos del vídeo destaca un comentario que refuerza la identificación rusa del comando. A su paso por una desangelada localidad, aparentemente el pueblo de Novatóshkovka (en Luhansk) uno de los integrantes del grupo dice con ironía: “Podríamos pedir una hipoteca militar aquí”. La “hipoteca militar” existe en Rusia para miembros de las Fuerzas Armadas, militares y cuerpos de seguridad, pero en Ucrania no.
Yuri Butúsov exhortó al presidente, Volodímir Zelenski, a expresarse sobre las pruebas de la presencia rusa en el Este de Ucrania. “Nuestras autoridades tratan de esconder los hechos relativos a la agresión de Rusia, porque tienen miedo de Putin y piensan que debemos reconciliarnos con Rusia a cualquier precio y acabar con la guerra, incluso con concesiones territoriales”, afirmó Butúsov. “Putin continúa las actividades bélicas en Ucrania amparándose en las conversaciones de Minsk”, señaló el analista y periodista.
“No creo que el presidente tenga tiempo para esto”, zanjó por WhatsApp la secretaria de prensa de Zelenski, Yulia Méndel. Inquiridos en el mismo sentido, tampoco hubo reacción del jefe de la oficina presidencial, Andrí Yermak, ni del ministro de los territorios ocupados, Oleksii Réznikov. Poco después, sin embargo, la Fiscalía de Ucrania anunció que había recibido los materiales que “confirman la participación delictiva de un grupo de francotiradores del centro de operaciones especiales del Servicio Federal de Seguridad” de Rusia y que investigaba los datos sobre los miembros del grupo.
Aparte de la verificación, a la escasa reacción de los dirigentes de Ucrania contribuye el temor de quedarse solos ante Rusia. Este temor se ha visto incrementado por una reciente visita a Berlín del vicejefe de la Administración presidencial rusa, Dmitri Kózak, según señalaron desde Kiev buenos conocedores del estado de ánimo del Gobierno ucranio. Kozak, el máximo responsable ruso de las negociaciones con Ucrania sobre los territorios separatistas, fue invitado oficialmente por la Administración alemana y conversó con un asesor de la canciller Angela Merkel en Berlín. En medios políticos ucranios existe preocupación por una eventual solución germano-rusa para el problema de las regiones separatistas del país a costa de los intereses de Ucrania y subordinada a los intereses económicos compartidos por Berlín y Moscú, sobre todo lo que se refiere al abastecimiento de gas por el gasoducto Nordstream para el suministro directo de gas a Rusia puenteando a Ucrania.
Una base documental para los tribunales internacionales
El ministro de Exteriores ucranio, Dmytro Kuleba, aseguró que el vídeo en cuestión está siendo investigado para decidir si se añade o no a la base documental destinada a probar la presencia rusa en Ucrania ante los tribunales internacionales. “Desde 2014 hasta ahora hemos tenido literalmente cientos de casos en los que en fuentes abiertas hemos visto la presencia de personal militar ruso, equipo y munición en los territorios temporalmente ocupados de Donetsk y Luhansk”, afirmó Kuleba. “Continuamos siendo testigos de episodios de tal presencia hasta ahora, cuando la guerra ya ha entrado en su séptimo año”, señaló. “Todos los hechos se verifican”, señaló, tras lo cual “son añadidos a la base de pruebas de la agresión rusa que Ucrania presenta a sus socios” en el formato de Normandía, en las negociaciones de Minsk y en otros formatos “relevantes”. El vídeo “es posiblemente uno de esos casos”, concluyó Kuleba.